viernes, 26 de noviembre de 2010

Cartonero



Es imposible salir de un local de libros usados sin un ejemplar pero esta vez fue otra cosa, algo mucho más irresistible.

Un hombre le muestra al librero unas láminas llenas de fotos, al parecer son unas producciones publicitarias de las décadas del 60 y el 70. El fotógrafo anotó en cada lámina la película que utilizó y varios detalles, algunos un tanto ilegibles. En algunas aparecen luces y sombras construyendo cuerpos, parecen ensayos artísticos. El librero le dice que no le puede dar el dinero suficiente, que le recomendará gente que sí podrá pagarle lo que valen.

¿Quién pudo tirar algo así? Ante la pregunta el hombre hace una mueca y contesta que no sabe, que quizás algún familiar. Su rostro manifiesta cansancio, insomnio y por sus ojos entrecerrados se observan todas las veredas, todas las calles, días y noches. Entre sus manos tiene un tesoro pero aún mantiene intactas las ganas irresistibles de poder comer esta noche.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Te vi



Después de una jornada laboral frente a una pared y una computadora sale a la calle. Se encuentra con lo de siempre: las palomas sobre el cable de la calle Lavalle, el sol entre los edificios y un poco de viento. Las pupilas, a pesar de estar acostumbradas, se adaptan con dificultad al cambio de luz natural.

En una esquina algo le llama la atención, son plantas fucsias, rojas, verdes, blancas. Sigue observando y descubre una prolongación de los colores pero en una manta, un niño allí adentro con una pequeña cara que se asoma y la madre abrazándolo. Ambos están en una quietud total, contemplativos. Ella no resiste la tentación de capturar la imagen así que saca el celular pero encuadra de forma rápida y desprolija. La mujer ahora descubre la mano que apunta y esa mirada atenta.

Ya en la computadora, con las fotos en tamaño grande ve que la imagen es pura ausencia. La mujer y el niño lograron mantener ese instante privado y único, pero también la fotógrafa lo retiene en su memoria como la presencia absoluta de lo irrepetible, único y maravilloso, el más puro instante.




lunes, 8 de noviembre de 2010

Indecible

1.

Dos chicas en el subte.
-Me tiene podrida ¿pero quién se cree que es? vos decíme. Se aparece después de grabar el programa, viene a casa, como que todo bien, después desaparece. No lo entiendo, te juro.-
-Y bue, ese tipo es así, vos ya lo sabés no es la primera vez que te lo hace-
-Si, tenés razón pero jode, me re jode-
-Me estaba acordando de la otra vez, cuando nos fuimos de pic nic todos y él se apareció de la nada alto quilombo armó-
-¿Pasco era no?-
-Si si, es esta-

Se bajan

2.

Mientras camina por Callao con sus auriculares tararea un tema "there is no pain you are receding, a distant ship´s smoke on the horizon".

Ella llega tarareando la canción al trabajo y un compañero le pregunta:

-¿Y eso? ¿Qué estás cantando?-
-Un tema de Pink Floyd, me encanta-
-Que bueno, yo de chico escuchaba, un tío nos pasaba los temas en la casa y hubo un verano que-
Suena el teléfono
-Infotech Buenos días-
Ella se levanta y se va a hacer un té a la cocina.


...


¿Y a dónde van los relatos inconclusos?





lunes, 1 de noviembre de 2010

Fúnebre

El intruso llegó a la oficina de imprevisto, se balanceó por el escritorio, degustó las sobras del día anterior hasta que lo vieron. Su vida se prolongó unos minutos más gracias a la potencialidad de la imagen, se convirtió en el héroe de la mañana, toda una exepcionalidad que debía ser documentada. Pero mientras era grabado por un celular se escapó y provocó el enojo de algunos compañeros.

Minutos más tarde reaparecería una vez más, pero esta vez bastó que una mano asesina se alzara y lo aplastara, un segundo, un par de pasos hacia a la muerte.

Y nadie piensa en todos esos potenciales asesinos que pululan por las calles, cuántas plagas.